Jérôme Petit, Managing Partner & Global lead Retail en Artefact, examina los usos de AI para ver cómo servirá al comercio minorista en el año 2030.
AI no es nuevo. El término existe desde hace casi 70 años (se utilizó por primera vez en una conferencia en el Dartmouth College en 1956). La disciplina en sí es un poco más antigua si nos remontamos a los inicios de la cibernética en la década de 1940. Pero lo que ha cambiado radicalmente desde la aparición de AI es el grado en que se ha democratizado el acceso a AI . Ahora todos podemos beneficiarnos de AI. Esto es especialmente importante en el comercio minorista, un sector en el que los márgenes son tan estrechos que todo depende de la excelencia operativa. "El comercio minorista es detalle: cada décima de punto de rendimiento incremental cambia radicalmente la rentabilidad del negocio. AI ya está permitiendo a los minoristas "perfeccionar el gesto" de al menos cinco maneras diferentes. Estos casos de uso nos permiten predecir cómo estas tecnologías podrían remodelar el sector de aquí a 2030.
- Automatización de tareas repetitivas
En 2030, el 100% de las tareas repetitivas del comercio minorista estarán al menos aumentadas, si no totalmente automatizadas. En "Star Trek", los sistemas integrados en las naves estelares de la Federación Unida de Planetas ayudan a la tripulación a diario, permitiéndoles centrarse en la exploración, la diplomacia o la resolución de problemas interestelares. Con AI, los profesionales pueden centrarse en tareas de valor añadido liberándose de las repetitivas. Esto es lo que laboratorios como LaborIA, del Ministerio de Trabajo, e INRIA, que trabajan en el impacto de AI en las empresas, llaman delegación de aumento. Y hay muchas tareas de este tipo en el comercio minorista. En primer lugar, pienso en la incorporación de nuevos productos, que puede mejorarse mucho con AI, como está haciendo Adeo, que utiliza esta tecnología para clasificar automáticamente los productos en categorías de nomenclatura adecuadas. Este enfoque extrae automáticamente los atributos pertinentes de la información facilitada por los fabricantes. El resultado: el tiempo necesario para integrar nuevos productos se reduce en un 90%, al tiempo que aumenta su atractivo gracias a una presentación más precisa y detallada, sin errores ni ambigüedades.
2. Marketing personalizado
En 2030, habremos entrado en el mundo de la personalización de los mensajes de marketing. Piense en las pantallas DOOH de Minority Report que hablan a Tom Cruise: "Me alegro de volver a verle, Sr. Anderton, ¿qué le parece este jersey? Le quedaría genial, ¿no cree?" AI también está haciendo posible lo que antes era imposible. Es lo que se llama aumento-remediación. Carrefour ha desarrollado un AI que personaliza el surtido en cada una de sus tiendas de conveniencia. Cada mes, el 10% de sus productos son sustituidos por referencias que, basándose en la velocidad de venta real medida en más de 3.000 tiendas, sirven a las mismas unidades de necesidad con mejor rendimiento específicamente en la tienda en cuestión. Sería imposible para los humanos dar sentido a esta cantidad de data. El resultado: un aumento incremental del 1% en la facturación. ¡El marketing individualizado es el santo grial! Los minoristas llevan años utilizando data a partir de tarjetas de fidelización y visitas a sitios web, pero la creación de mensajes personalizados en tiempo real sigue siendo compleja; se está avanzando en las activaciones "por lotes", como las campañas CRM por correo electrónico o los SMS push. Sin embargo, el coste y la latencia asociados al uso de LLM como GPT-4 han frenado su adopción para la publicidad en directo. Sin embargo, la tecnología avanza rápidamente. El año pasado, ChatGPT tardaba 30 segundos en generar cuatro líneas de texto, mientras que hoy en día Sora, de OpenAI, produce vídeos ultrarrealistas en cuestión de segundos. Además, el coste de la inferencia se ha multiplicado por cuatro en un año.
3. Asistentes ubicuos AI
En 2030, utilizaremos los asistentes de AI con la misma naturalidad que hoy utilizamos un PC. ¿Has visto "Her", de Spike Jonze? Cuando AI asiste a un empleado, puede mejorar su rendimiento. Es lo que se denomina cooperación aumentativa. Los estudios demuestran que la calidad de las historias creadas por escritores que reciben cinco propuestas creativas de un AI es un 50% mejor que la de los que no las reciben. Y en Artefact, nuestros ingenieros de data utilizan ahora IA que interactúan con ellos para producir su código. El resultado: ¡un 35% más de funciones en producción al día!
4. Desarrollo rápido de competencias
En 2030, el tiempo que se tarda en mejorar las cualificaciones de un nuevo empleado se habrá reducido de tres años a tres meses. Piense en la píldora mágica que toma Bradley Cooper en "Limitless". AI reduce la brecha entre los principiantes y los mejores al acelerar la generalización de las mejores prácticas y la mejora de las cualificaciones de los más jóvenes: esto es aumento-racionalización. En el comercio minorista, esto es especialmente evidente en la atención al cliente o en las tareas de previsión para preparar los pedidos de reposición.
5. Cero pérdidas en las cadenas de suministro
Para 2030, cero pérdidas en la cadena de suministro gracias a AI. Al igual que el servidor equipado con gafas inteligentes en "Regreso al futuro II" que puede anticiparse a los pedidos de los clientes, AI mejora la toma de decisiones de los empleados retándoles o tranquilizándoles. Es lo que se denomina seguridad aumentada. El uso de AI ya evita el 15% de las roturas de productos perecederos y, simétricamente, evita el 15% de las pérdidas de ingresos por falta de existencias. Estas tecnologías apoyan las previsiones de los planificadores de la demanda o los compromisos promocionales de las tiendas teniendo en cuenta el rendimiento de promociones anteriores, las existencias previstas en el fondo del lineal, los efectos de la canibalización entre productos y la variabilidad de las tasas de servicio de los proveedores. En mi opinión, la excelencia humana y la excelencia operativa suelen contraponerse erróneamente. En el comercio minorista, esta última es obligatoria para ser competitivo, marca la diferencia entre ganar o perder cuota de mercado, entre el éxito y el fracaso. AI facilita la consecución del gesto perfecto al aumentar las capacidades humanas. Libera tiempo que puede emplearse en ofrecer a los consumidores una experiencia más agradable, rica y personalizada. En definitiva, más humana.
Sobre el autor: Jérôme Petit, Responsable de la Práctica de Retail en Artefact, lleva 20 años trabajando en el campo de las soluciones data. Está especializado en temas relacionados con la digitalización de la gran distribución y trabaja con casi todos los grupos del sector.